Iniciando el año puede estar la desesperanza, el agotamiento emocional, el fracaso o incluso de dolor y es difícil ver el camino hacia adelante, Pero, a pesar de las dificultades, Dios esfuerza al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas, para seguir adelante.
El pasado en ocasiones es una carga pesada, Por esto El apóstol Pablo dice en
Filipenses 3:13-14
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado todo, pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Este versículo nos revela que el primer paso para empezar de nuevo es echar en Dios lo que nos pesa.
A veces, nos aferramos tanto al pasado que no podemos avanzar.
Debemos perdonarnos a nosotros mismos y dejar atrás los fracasos, las malas decisiones y las heridas.
Sabemos que en nuestras propias fuerzas no podemos lograr todo.
Pero Dios, en su infinita misericordia, nos dice que es nuestro ayudador y tiene cuidado de nosotros, además en
Isaías 40:29-31 dice:
Él da fuerzas al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los jóvenes se fatigan y se cansan, los mozos flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Este versículo es una promesa de renovación. Si nos sentimos débiles y agotados, Dios es la fuente de nuestra fuerza.
Él nos da el vigor necesario para seguir adelante, incluso cuando creemos que no podemos más. Lo que debemos hacer es esperar en Él, confiar en Su palabra.
Renovarse implica un proceso, este Puede estar lleno de incertidumbre, Pero sabemos por fe que Dios no nos abandona para llegar a vivir lo que dice en
2 corintios 5:17 Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Este versículo nos muestra que, en Cristo, somos renovados completamente.
No importa cuántos errores hayamos cometido o cuán difícil son nuestras circunstancias, este versículo nos da una promesa maravillosa: Cristo hace nuevas todas las cosas.
El proceso de renovación no es inmediato, pero debemos tener paciencia, sabiendo que Dios está obrando en nosotros.
Él nos está transformando de gloria en gloria a su misma imagen.
lo único que necesitamos para empezar de nuevo, es dar el paso de fe.
Quizás no vemos todo el camino claro ante nosotros, pero Dios nos llama a confiar en Él y a caminar por fe.
¿Y que es la fe?
La respuesta la encontramos en
En hebreos 11:1 dice
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
No importa lo incierto que se vea el futuro; cuando vivimos por fe, Dios nos guía y nos fortalece para seguir adelante.
Debemos animarnos unos a otros para ser hacedores de lo que dice en:
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.