¿EN DONDE DEBEMOS REFUGIARNOS Y COLOCAR NUESTRA ESPERANZA?

La respuesta la encontramos en el siguiente salmo escrito por el rey David

Salmo 119:114

Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado

El salmista dice que Dios es su “escondedero”. Esta imagen habla de un lugar seguro, donde el alma puede descansar, en medio de un mundo lleno de incertidumbre y confusión.

El salmista dice:

“En tu palabra he esperado.”

¿Dónde está puesta nuestra esperanza hoy?

Esperar no es fácil.

Vivimos en una sociedad que busca resultados inmediatos, pero en ocasiones debemos esperar, pero la palabra de Dios no nos llama a una espera vacía o desesperada, sino a una espera con esperanza, basada en Su Palabra.

Cuando esperamos en la Palabra de Dios, Esperamos en el carácter fiel y verdadero de nuestro Dios. Él no miente, como dice en

Números 23:19

19 Dios no es hombre, para que mienta,

Ni hijo de hombre para que se arrepienta.

Él dijo, ¿y no hará?

Habló, ¿y no lo ejecutará?

La Palabra de Dios es alimento diario en medio del desierto, es la que nos sostiene y fortalece.

La esperanza del salmista no estaba en las circunstancias, sino en la Palabra de Dios que no falla, es segura, fiel y verdadera.

La palabra también dice que con fe y paciencia se heredan las promesas.

Para finalizar vamos a

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

 

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