2 Timoteo 2:1
Tú, pues,
hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Primero vamos a un ejemplo natural,
Nos vamos de paseo a un rio y tomamos los flotadores para que la corriente nos lleve. Esta actividad no requiere ningún esfuerzo de nuestra parte.
Sin embargo, luego vamos a nadar y lo hacemos contra la corriente, esta actividad requiere de todo nuestro esfuerzo físico para lograr llegar a la meta; en el trayecto podemos pensar en darnos por vencidos y dejarnos llevar por la corriente o esforzarnos para lograr el objetivo.
Ahora vamos a lo Espiritual, es fácil dejarnos llevar por el mundo, pero para ir en contra de este, es necesario esforzarnos.
La buena noticia es que, a diferencia del ejemplo natural, en donde el esfuerzo depende de la capacidad de cada persona para nadar, en la vida espiritual nos esforzamos en la gracia, por lo que es Jesucristo el Señor quien nos fortalece para no decaer y avanzar a la meta del varón perfecto.
Dios dice “que multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna ” y “esfuerza al cansado” pero también nos dice “nos da las fuerzas de Búfalo”.
y en el Salmo 3:3 dice
Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
No nos deja avergonzar.
No estamos solos, Dios es nuestro ayudador.
Por lo que no debemos abandonar nuestra relación personal con Dios, ya que en el “somos más que vencedores”.
Para finalizar Recordemos
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará.