¿ESTAMOS APLICANDO EL PRINCIPIO DE 1 TESALONICENSES 5:18?

La palabra nos exhorta a ser agradecidos en todo, no solo por las bendiciones, sino también por las pruebas, las dificultades, y todo lo que Dios permite en nuestras vidas, este principio lo encontramos en:

 1 Tesalonicenses 5:18 dice

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

 Este versículo nos revela que nuestra         gratitud debe ser constante, independientemente de las circunstancias.

Dios no nos pide que seamos a gradecidos solo cuando las cosas van bien.

 La gratitud no debe depender de nuestras circunstancias externas, sino de nuestra relación con Él.

La palabra dice “dar gracias en todo es la voluntad de Dios para nuestras vidas”

La gratitud refleja una confianza profunda en que Dios tiene el control de todas las cosas, y que Su propósito es bueno, aunque no siempre lo entendamos.

Cuando las cosas no salen como esperamos, nuestra tendencia es quejarnos o desanimarnos. Pero Dios nos llama a ver más allá de las circunstancias inmediatas y a reconocer Su soberanía en todo.

Ser agradecido en todo nos ayuda a mantener una perspectiva correcta: que Dios es bueno y fiel, que está obrando a nuestro favor incluso cuando no lo vemos.

Cuando somos agradecidos, nuestro corazón se llena de paz y gozo, y nuestra perspectiva cambia.

La gratitud nos permite vivir con una actitud de contentamiento, como lo expresa Pablo en Filipenses 4:11-13

No digo esto porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

La gratitud transforma nuestra actitud, nos ayuda a ver la bondad de Dios en todas las circunstancias, nos llena de paz y esperanza para lo que está por venir

Para finalizar vamos a

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

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