Un falsificador es alguien que falsifica, especialmente cosas de gran valor o importancia.
La falsificación supone crear o alterar un producto
o un documento con la intención de hacerlo pasar como real. De este modo, la acción apunta a generar un engaño: la intención es que las personas
piensen que el elemento falsificado
es el bien original o verdadero.
Un ejemplo natural son los falsificadores de billetes, algunos son también hechos que engañan
y circulan sin ser identificados.
Ahora vamos al plano Espiritual.
En la biblia encontramos versiculos que nos alertan sobre los falsificadores que nos presentan un engaño como la verdad, por ejemplo vamos a 2 Corintios 2:17
Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.
El apóstol Pablo hace énfasis en que ellos comparten la palabra en verdad, a diferencia de otros que falsifican la palabra de Dios, es decir, que presentan ideas de hombres como si fuera la palabra de Dios.
La definición de medran es crecer, es decir,
que crecen al falsificar la palabra de Dios.
El Apóstol Pablo en la carta en Hebreos 13:9 dice
No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
El camino es orar para que Dios nos afirme en la gracia de Dios y aparte de de las falsas doctrinas,
esto también lo advierte la palabra en Tito 1:14
no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se
apartan de la verdad.
Pedimos a Dios que nos guie con su palabra para crecer en el conocimiento de la Gracia y que nos guarde de caer en falsificaciones.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho