En el cuerpo de Cristo hay bendecidos(as) que han crecido y madurado en la vida espiritual a estas
iglesias la palabra las identifica como
fuertes o espirituales.
Cada uno de los escogidos de Dios somos la iglesia. Vamos a Romanos 15:15
Así que, los que somos fuertes debemos soportar
las flaquezas de los débiles, y no agradarnos
a nosotros mismos.
En este versículo Pablo se incluye como fuerte, dice:
“los que somos fuertes” no debemos juzgar, ni condenar; todo lo contrario, la palabra nos dice que el fuerte
debe soportar, es decir, sostener para que
por medio de la palabra el débil llegue a ser fuerte.
El otro versículo es Gálatas 6:1
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
En este versículo se identifica a los bendecidos
como espirituales.
La palabra anima a los que están espirituales
o fuertes a restaurar al débil que es sorprendido
en una falta, no a juzgar, ni condenar.
Deben restaurar por medio de la palabra con mansedumbre y paciencia, orando para que Dios alumbre el entendimiento para que avance hacia
la meta de reinar en vida.
Oramos para que en la congregación cada
día sean más numerosos los fuertes o
espirituales para la gloria de Dios.
Para finalizar recordemos la promesa que debemos tener presente al terminar nuestras oraciones,
que está en Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.