Para ilustrar el tema vamos a leer
la siguiente fábula de Esopo:
Un lobo estaba en mitad del camino cansado
y hambriento. Había sido mordido por unos perros
y no podía levantarse.
Una oveja pasaba por allí, así que el lobo decidió pedirle que le llevara un poco de agua del río más cercano:
—Si me traes agua para beber —dijo el lobo— yo mismo me encargaré de buscar mi comida.
—No pienses mal amigo, pero si te llevo el agua, después me comerás— dijo la oveja.
Moraleja: Prevé siempre el verdadero objetivo de las aparentemente inocentes propuestas de los malhechores.
Ahora vamos a la escritura que esta para nuestra enseñanza, específicamente
a la historia de Sansón y Dalila
Sansón se enamoró de Dalila, pero Dalila
solo quería dinero, vamos a Jueces 16:5
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos,
y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.
Dalila buscaba la manera que le dijera la razón de su fuerza, para lograr tener su objetivo; el dinero,
Dalila sabía que Sansón la amaba y
le dijo: Jueces 16:15-19
Entonces ella le dijo: «¿Cómo puedes decir que me amas, si no confías en mí? Ya van tres veces que te burlas de mí, y aún no me has dicho el secreto de tu tremenda fuerza».
Como todos los días lo presionaba con sus palabras, y lo acosaba hasta hacerlo
sentirse harto de la vida,
al fin se lo dijo todo. «Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza —le explicó—, porque soy nazareo, consagrado a Dios desde antes de nacer. Si se me afeitara la cabeza, perdería mi fuerza, y llegaría a ser tan débil como cualquier otro hombre».
Cuando Dalila se dio cuenta de que esta vez le había confiado todo, mandó llamar a los jefes de los filisteos, y les dijo: «Vuelvan una vez más, que él me lo ha confiado todo». Entonces los gobernantes de los filisteos regresaron a ella con la plata que le habían ofrecido.
Sansón no pudo identificar la verdadera
intención de Dalila y fue apresado.
Ahora vamos a la historia de Abraham
y el rey de Sodoma
Esta historia la encontramos
en el primer libro de la Biblia Génesis capítulo 14 versículos del 21 al 23, dice
Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram:
Dame las personas, y toma para ti los bienes.
Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;
El rey le iba a entregar todos los bienes,
pero la intención era enaltecerse, por estar razón Abrahm rechaza la oferta.
Oramos a Dios para que nos de sabiduría y discernimiento para identificar las verdaderas intenciones de las personas.
Cada día debemos tener presente lo que dice en
1 Corintios 13:13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.