EL FRUTO DE LA TEMPLANZA (II Parte)

Ayer compartimos lo necesario de este fruto en nuestras vidas, al no disfrutar de la templanza, quedamos como dice en:

Proverbios 25:28
Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

Este versículo nos muestra que cuando no disfrutamos de la templanza, nuestra vida es vulnerable, como una ciudad sin protección. Vivir sin templanza puede llevarnos a la destrucción, ya que nuestras decisiones no están guiadas por la palabra de Dios.

En el contexto de hoy, esto podría aplicarse a nuestras finanzas, el uso del tiempo, las redes sociales y otras áreas en las que podemos fácilmente perder el control.

Debemos revisar cómo usamos nuestros recursos, para no ser dominados por ellos, sino para usarlos de manera sabia y para la gloria de Dios.

La templanza es vital también en nuestras relaciones. En el día a día nos vemos expuestos a conflictos, discusiones y desacuerdos, es esencial que tengamos dominio sobre nuestras reacciones emocionales.

La templanza nos ayuda a ser pacientes y amables con los demás, incluso cuando no estamos de acuerdo, como lo dice en:

Proverbios 16:32
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu que el que toma una ciudad.

Este versículo destaca que el dominio de nuestra ira y emociones es una gran fortaleza.

 La verdadera templanza no es debilidad, sino una muestra de control y madurez emocional, gracias a la relación personal con Dios.

 En el día a día, seremos tentados a reaccionar impulsivamente, pero la templanza nos llama primero a pensar y luego actuar con sabiduría, por ejemplo:

  • En nuestra dieta y salud: La templanza nos llama a no caer en los excesos en lo que comemos y bebemos, sino a cuidar nuestro cuerpo como el templo del Espíritu Santo.
  • En el uso del tiempo: Vivimos en una generación donde las distracciones son infinitas. El dominio propio nos ayuda a priorizar lo importante: nuestra relación con Dios, nuestra familia, el trabajo, es decir que la templanza no permite que perdamos el orden de las prioridades
  •  
  • En nuestras emociones: En momentos de estrés o frustración, el dominio propio nos permite controlar nuestras reacciones y responder con amor y paciencia.
  • la templanza es necesaria en cada área de nuestra vida. Para evitar caer en el exceso, sino también de vivir con propósito y disciplina, de acuerdo con la voluntad de Dios.

Para finalizar Debemos animarnos unos a otros, para ser hacedores de lo que dice en:

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *