II Parte : ¿POR QUE NO PODEMOS COLOCAR LA CONFIANZA EN LO QUE VEMOS?

Las dificultades y adversidades que vemos pueden hacernos dudar de la fidelidad de Dios, especialmente cuando estas son prolongadas.

Sin embargo, la realidad es que el poder y la fidelidad de Dios no dependen de lo que podemos ver.

Él es fiel a Sus promesas, y lo que ha dicho, Él lo cumplirá, como dice en;

— Números 23:19

Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta; ¿lo dijo él, y no lo hará? ¿Habló, y no lo ejecutará?”

Cuando nuestra confianza está en lo que vemos, podemos llegar a cuestionar la bondad de Dios. Pero cuando confiamos en Su palabra, entendemos que Él tiene el control absoluto y que Su fidelidad es inquebrantable.

Cuando dejamos de poner nuestra confianza en lo que vemos y comenzamos a vivir por fe, experimentamos una paz que trasciende las circunstancias.

 Esta paz no depende de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, sino de nuestra confianza en Dios que vive en nosotros

Aunque nuestras circunstancias sean difíciles o inciertas, podemos estar tranquilos, como dice en:

 Isaías 26:3

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Las promesas de Dios son eternas y fieles. No importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, podemos confiar en que Él tiene el control y que Su palabra es más poderosa que cualquier circunstancia.

En lugar de vivir por lo que vemos, somos llamados a vivir por fe. A confiar en las promesas de Dios y a descansar en Su paz, que nos cubre incluso en los momentos de incertidumbre.

La respuesta a la pregunta de esta meditación de acuerdo a la palabra de Dios es: todo lo que vemos es pasajero e incierto.

 Nuestra confianza debe estar en Jesucristo el Señor, quien es fiel para cumplir todo lo que ha prometido.

Para finalizar Debemos animarnos unos a otros, para ser hacedores de lo que dice en:

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

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