LA BONDAD DE DIOS

El rey David exclama en el

  Salmo 27:13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.

Este versículo nos revela la importancia de mantener nuestra esperanza y confianza en la bondad de Dios, especialmente en tiempos de dificultad.

David comienza reconociendo una verdad humana: “Hubiera yo desmayado”.

Este reconocimiento muestra que incluso los más fuertes en la fe pueden experimentar momentos de desaliento y debilidad.

Vivimos en un mundo lleno de desafíos, y estos pueden llevarnos al borde de la desesperación.

Consideremos a Elías, uno de los más grandes profetas de Israel.

Después de su victoria sobre los profetas de Baal, Elías se sintió tan desanimado y exhausto que deseó morir ,esto lo encontramos en 1 Reyes 19:4.

 Este momento de debilidad nos muestra que el desaliento es una experiencia común, incluso entre los fieles siervos de Dios.

En nuestras vidas, enfrentamos situaciones que pueden llevarnos al desaliento, por ejemplo:

 problemas de salud, dificultades financieras, conflictos familiares o emocionales, entre otros.

Es importante reconocer estos momentos y no sentirnos avergonzados por experimentar debilidad.

David no se queda en el desaliento; su fe lo sostiene:

 “si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”.

La fe en la bondad de Dios es lo que le da fuerza para seguir adelante.

 Esta esperanza es un ancla que nos mantiene firmes en medio de las tormentas de la vida.

Pensemos en José, quien fue vendido como esclavo por sus hermanos y encarcelado injustamente en Egipto.

 A pesar de estas pruebas, José mantuvo su fe en Dios, creyendo que vería Su bondad.

 Dios lo elevó a una posición de gran autoridad y usó su vida para salvar a muchas personas

 Nosotros también debemos mantener nuestra esperanza en la bondad de Dios.

En medio de nuestras pruebas, podemos confiar en que Dios tiene un plan y que Su bondad se manifestará en nuestra vida.

 Esta fe nos dará la fuerza para perseverar

David afirma que verá la bondad de Jehová

 “en la tierra de los vivientes”.

  Debemos estar atentos a las manifestaciones de la bondad de Dios en nuestra vida diaria.

A veces, estas pueden ser pequeñas y sutiles, pero siempre están presentes.

 Practiquemos la gratitud, reconociendo y agradeciendo cada muestra de Su bondad.

 A pesar de los momentos de desaliento, podemos mantenernos firmes al creer en la bondad de Dios.

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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13 :13

Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

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