Salmo 94:18
Cuando yo decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
Este versículo nos muestra la gracia y la misericordia de Dios que nos sostiene.
Cada día podemos enfrentar dificultades, tentaciones y adversidades, pero es reconfortante saber que no estamos solos y que tenemos un Dios que está dispuesto a sostenernos en cada paso de nuestro caminar.
El salmista comienza el versículo con:
“Cuando yo decía: Mi pie resbala.”
Esta frase refleja una experiencia humana común.
Todos, en algún momento, hemos sentido que estamos perdiendo el equilibrio emocional o físico.
La vida está llena de obstáculos que nos hacen tropezar: tentaciones, problemas financieros, enfermedades, conflictos familiares y muchos más
La Biblia nos recuerda constantemente nuestra fragilidad y necesidad de Dios. En Jeremías 10:23 dice:
Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
Reconocer nuestra debilidad, es el primer paso para buscar la ayuda divina.
El salmista no es orgulloso, ni autosuficiente; él reconoce su necesidad de ayuda.
En momentos de debilidad, debemos hacer lo mismo y clamar a Dios, reconociendo que sin Él no podemos mantenernos firmes.
Al continuar el versículo, el rey David exclama:
“Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.”
Aquí vemos la respuesta divina a nuestra debilidad.
La misericordia de Dios nos sostiene.
La misericordia de Dios es un atributo fundamental de su carácter.
Lamentaciones 3:22-23 dice:
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Su misericordia actúa como un soporte firme que nos sostiene ,en
Isaías 41:10 dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
No esperemos hasta que estemos en el borde del precipicio para clamar a Dios.
Hacemos bien en acudir a Él en todo momento, reconociendo nuestra dependencia constante de su gracia y misericordia.
Podemos tener confianza en que Dios nos sostendrá. En todo momento Recordemos y meditemos en sus promesas, incluyendo los momentos de duda y temor.
No importa cuán inestables podamos estar, podemos confiar en que Su misericordia nos mantendrá firmes
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor