La morada es el lugar donde vive una persona,
su casa, apartamento o lugar donde reside.
Esto hablando de lo que se ve, lo natural.
En el nuevo pacto de Gracia aparece
el término “nuestra morada terrestre”
pero para identificar el cuerpo.
Vamos a 2 Corintios 5:1
Porque sabemos que si nuestra morada terrestre,
este tabernáculo, se deshiciere,
tenemos de Dios un edificio,
una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
Este versículo identifica nuestro cuerpo
como morada o tabernáculo, es decir,
el lugar donde vive nuestro espíritu aquí en la tierra.
En el libro del profeta Job en el capítulo 10 versículo 11-12 dice;
11 Me vestiste de piel y carne,
Y me tejiste con huesos y nervios.
12 Vida y misericordia me concediste,
Y tu cuidado guardó mi espíritu.
Este versículo hace referencia a la formación del cuerpo en el vientre de la madre e identifica
el cuerpo como el vestido del espíritu.
Regresando a 2 Corintios 5:1 dice que,
si se deshace este cuerpo, tenemos una promesa
de un cuerpo glorificado que va a revestir nuestro espíritu. A diferencia del cuerpo natural
que es corruptible, este es eterno, con el cual
vamos a vivir en la nueva creación.
En el libro del profeta Isaías dice en Isaías 53:4-5
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,
y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados.
Hay una promesa mientras este nuestro
espíritu en el cuerpo que es vivir con salud, sostenidos por lo que Jesucristo hizo, es por fe.
Para finalizar vamos a la siguiente
promesa de Dios para tu vida Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros.