En momentos de dificultad y prueba, es fácil sentirse abrumado por las circunstancias y caer en la tribulación o el afán.
Sin embargo, debemos animarnos mutuamente en la palabra de Dios, el cual genera el fruto de la paciencia.
La paciencia nos lleva a través de los tiempos difíciles hacia un futuro lleno de esperanza, sabiendo que fuimos llamados para heredar bendición.
Vamos al libro del profeta Isaías
Isaías 40:31
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Oramos para que Dios revele su palabra, para ver que la paciencia es una fuente de fortaleza renovada.
Cuando confiamos en el Señor y esperamos en Él, Él nos da la fuerza necesaria para enfrentar las pruebas de la vida.
Al continuar en la biblia encontramos la carta escrita por Pablo,
Gálatas 6:9
Y no nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo segaremos, si no desmayamos
La paciencia va de la mano con la perseverancia, en ser hacedores de la palabra de Dios. Aunque no veamos resultados inmediatos, confiamos en que, a su debido tiempo, cosecharemos bendiciones y frutos por nuestras acciones acorde a la palabra de Dios.
Ahora veamos el siguiente versículo:
Eclesiastés 7:8
Mejor es el fin del negocio que su principio;
Este versículo nos enseña a apreciar y valorar el proceso, es necesaria la paciencia mientras esperamos el resultado final.
La paciencia nos moldea y nos prepara para recibir las bendiciones que Dios tiene reservadas para nosotros.
La paciencia no significa simplemente esperar pasivamente, sino ser hacedores de la palabra, así no veamos el resultado.
Es un acto de fe, reconociendo que hay un tiempo perfecto para todas las cosas bajo el sol.
Esperar en el Señor, nos fortalece la fe, para esperar plenamente convencidos que Dios nos sustenta en los momentos difíciles.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor