Hoy continuamos con la segunda parte del versículo Proverbios 30:5, que dice:
“Él es escudo a los que en Él esperan”.
El “escudo” simboliza protección, seguridad y defensa.
Vivimos en un mundo lleno de incertidumbre, problemas y peligros, Dios promete ser nuestra protección.
Él no solo nos da Su palabra como guía, sino que también es nuestro refugio y defensa contra las adversidades.
En momentos de dificultad, Él está en nosotros para protegernos, vamos a
El Salmo 18:30
En cuanto a Dios, perfecto es su camino; acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en Él esperan.
Aquí, vemos nuevamente que Dios es un “escudo” para aquellos que confían en Él, y Su palabra es un refugio seguro.
No importa lo que enfrentemos, si estamos bajo la protección de Dios, nada nos puede dañar, sin Su permiso.
El versículo destaca que Dios es escudo “a los que en Él esperan”.
La palabra “esperar” implica confianza y paciencia.
Esperar en Dios significa confiar plenamente en Su voluntad.
No es solo esperar pasivamente, sino confiar activamente en que Él está obrando a nuestro favor, incluso cuando no vemos la solución inmediata,
Es vital que meditemos en la palabra de Dios cada día.
Su palabra es limpia, pura, verdadera, y es nuestro manual para vivir.
Si sentimos confusión o inseguridad, podemos encontrar las respuestas en la palabra de Dios.
¿Estás buscando respuestas?
La palabra de Dios tiene todo lo que necesitas, para enfrentar cualquier situación.
La palabra de Dios es más que un simple conjunto de enseñanzas; es pura, confiable, eterna y nuestra fuente de vida.
Dios es nuestro escudo y protector.
A medida que meditamos en Su palabra, vivimos confiados en Su protección, podemos enfrentar cualquier desafío con paz y esperanza.
A propósito, debemos hacer lo que dice en
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.