A Jesucristo lo vieron como subió al cielo,
vamos a Hechos 1:9-11
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos,
fue alzado, y le recibió una nube
que le ocultó de sus ojos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron
junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Estos versículos relatan que en el momento que subió al cielo Jesucristo, dos varones aparecieron al lado y les dijeron; así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Existe la promesa que Jesucristo regresa y a través de la historia el hombre ha colocado fechas sobre este evento que han sido erradas, en la generación de Pablo lo hicieron vamos a 2 Tesalonicenses 2:1-5
Pero con respecto a la venida de nuestro
Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,
os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar,
ni os conturbéis, ni por espíritu,
ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
En la generación de Pablo decían que el regreso del Señor estaba cerca, pero Pablo les dice que no es cierto. Hay una señal necesaria que nos va a alertar de que esta cerca el regreso del señor Jesucristo, vamos a 2 Tesalonicenses 2:3-4
Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga
la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
La señal es que aparezca el hombre de pecado,
el hijo de perdición que es el mismo que identifica en apocalipsis como la bestia.
Vamos a Apocalipsis 13:6
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo,
y de los que moran en el cielo.
Y se le permitió hacer guerra contra los santos,
y vencerlos. También se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros