En lo natural la vida se refiere a la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir. En este sentido,
la vida es aquello que distingue a hombres,
animales y plantas, por ejemplo, de los
objetos como una roca o una mesa.
Pero no vamos a compartir lo natural sino lo espiritual. ¿Qué hacer para que nuestra alma tenga vida?
La respuesta está en Filipenses 2:16
Mantened con firmeza la palabra
que es fuente de vida;
Fuente se define como aquello que es origen de otra cosa, su causa, o de donde surge. Por ejemplo,
un manantial es una fuente de agua.
Por esto debemos estar firmes en la palabra,
ya que es fuente de vida y el origen para
vivir desde el Espíritu.
Jesús le dijo a la samaritana en Juan 7:13-14
Respondió Jesús y le dijo:
Cualquiera que bebiere de esta agua,
volverá a tener sed;
más el que bebiere del agua que yo le daré,
no tendrá sed jamás ; sino que el agua
que yo le daré será en él una fuente
de agua que salte para vida eterna.
No vivimos por vista sino por fe,
debemos permanecer firmes en su palabra, ya que genera vida en abundancia, y nos permite vivir libres.
Manifestando el fruto del Espíritu: amor, paz,
gozo, fe, mansedumbre, paciencia etc.
La presencia de Dios vive en cada uno de nosotros,
la cual nos genera vida, por esto
debemos en Gálatas 5 :25
Ya que el Espíritu nos da vida,
vivamos desde el Espíritu.
La presencia de Dios en nosotros es la fuente de vida.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros