Un pretexto es un argumento o una razón que se esgrime para justificar una acción o para explicar por qué no se ha realizado algo. En ocasiones, el pretexto es aquello que se anuncia como motivo pero que, en realidad, oculta otra motivación que no se difunde.
El uso más común del concepto
asocia el pretexto con una excusa.
El evangelio al ser revelado nos genera libertad,
sin embargo, debemos tener cuidado de no usarla como pretexto, vamos a Gálatas 5:13
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad
como ocasión para la carne, sino servíos
por amor los unos a los otros.
La palabra enfatiza que fuimos llamados para vivir en libertad y advierte del peligro del mal uso de la libertad, ya que se puede caer en el engaño de la carne. (Idolatría, hechicería, maledicencia, borracheras, gálatas 5:19-21).
También podemos caer en el engaño de confundir libertad con libertinaje, vamos a Judas 1:4
Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían
sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje
la gracia de nuestro Dios,
El siguiente versículo también nos advierte que no debemos usar el evangelio como pretexto,
vamos a 1 Pedro 2:16
como libres, pero no como los que tienen
la libertad como pretexto para hacer lo malo,
sino como siervos de Dios.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.