La palabra habla de “vivir por vista”,
es decir, donde solo se tiene en cuenta la situación ,datos ,hechos que se pueden medir, al vivir de esta forma se llega a conclusiones como
“no hay esperanza”, nada se puede hacer,
no hay una posible solución.
Vamos a un ejemplo de vivir por vista que lleva a la persona a no tener esperanza,
la encontramos en 2 Reyes 6:24-25
Ben-hadad, rey de Siria, reunió a todo su ejército
y rodeó a la ciudad de Samaria para atacarla.
Nadie podía entrar ni salir,
y los alimentos se acabaron.
Debido a eso, hubo mucha hambre en Samaria, tanta que la cabeza de un burro se vendía en ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma se vendía
en cinco monedas de plata.
La situación que se describe es desalentadora,
en lo natural no había posibilidades de una solución,
no había esperanza.
Al continuar la historia Dios envía un mensaje por medio del profeta Eliseo,
lo encontramos en 2 Reyes 7:1-2
Pon atención al mensaje de Dios:
“Mañana a esta hora, a la entrada de la ciudad de Samaria, con una moneda de plata se podrán comprar tres kilos de harina o seis kilos de cebada”.
Y un príncipe sobre cuyo brazo
el rey se apoyaba le dijo:
—¡Esto no sucederá ni aunque Dios abra las ventanas de los cielos!
Notamos que El príncipe vivía por vista,
llegando a la conclusión natural no hay esperanza,
al punto de no tener en cuenta el mensaje
que daba el profeta de parte de Dios.
Es decir, el príncipe pensaba que la situación
era mayor que el poder de Dios.
Vamos a la situación que ahora se presenta en el mundo: los datos ,las cifras ,los hechos pueden hacer que olvidemos las promesas de Dios y perder de vista su poder llegando a conclusiones erradas como:
“no hay esperanza”.
Al regresar a la historia del profeta y el príncipe al día siguiente sucedió como había dicho Dios, el milagro sucedió y se soluciono el problema que era imposible para el hombre pero para Dios todo es posible.
Oramos para vivir por fe en medio de las diferentes circunstancias que se presentan porque su palabra se cumple, Dios no miente.
Dios es el mismo, el milagro
sucede por el poder de Dios .
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho
,