Son infinitas las excusas que hay en el mundo
para dejar de lado nuestra relación personal con Dios, en la meditación de ayer hablábamos sobre
como la abundancia o tener una vida tranquila
nos podía nublar el entendimiento
y podíamos empezar a creer que solos
podemos contra todo.
Otra razón es la pobreza y la adversidad
pueden llevarnos a cuestionar a Dios,
así como lo hizo la esposa de Job.
Su familia era muy prospera, tenía hijos,
una vida maravillosa, su esposo Job era profeta de
Dios y todo estaba muy bien; pero al llegar la
adversidad y enfrentarse a una situación tan difícil,
ella dice en Job 2:9 ¿Aún retienes tu integridad?
Maldice a Dios, y muérete
Hemos vistos dos causas opuestas por las cuales podemos olvidar a Dios, en Eclesiastés 12:12 encontramos otra razón, dice
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos,
y lleguen los años de los cuales digas:
No tengo en ellos contentamiento;
La juventud es la etapa de la vida donde hay fuerza, animo, y todo un mundo por descubrir,
por lo que se puede caer fácil en el error de pensar
que no necesitan de Dios para cumplir sus metas.
Oramos para tener siempre presenta a Dios,
cada día fortalecer nuestra relación personal.
Teniendo el privilegio más grande sobre esta tierra, como lo dice en Jeremías 9:24
24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar:
en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová,
que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Pedimos a Dios que cada día se revele mas a
nuestra vida para entenderlo y conocerlo.
Firmes en la Fe por el poder de Dios.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.