1 Corintios 1:17
Pues no me envió Cristo a bautizar,
sino a predicar el evangelio;
no con sabiduría de palabras,
para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Pablo nos muestra claramente que el propósito
de su llamado es predicar el evangelio.
Inicia el versículo diciendo que Cristo
no lo envió a continuar con los ritos y
ceremonias de la ley que eran sombra de la verdad.
El evangelio está centrado en el sacrificio
de Jesús en la cruz. Continuando en el mismo capítulo dice en 1 Corintios 1:18
18 Porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan, esto es,
a nosotros, es poder de Dios.
La palabra de la cruz es locura para el mundo,
pero para nosotros es poder de Dios, por ejemplo,
en ese sacrificio Jesucristo le revela a Pablo
lo que se llama “la palabra de la cruz”.
Nosotros fuimos Bautizados, es decir,
nuestro espíritu llega bautizado por
el Espíritu de Dios cumpliéndose lo que dijo Juan el bautista en Mateo 3:11
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar,
es más poderoso que yo;
él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Dice que Jesús nos bautizaría en Espíritu ahora vamos a
Romanos 6:2-3
¿O no sabéis que todos los que hemos
sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente
con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros andemos en vida nueva.
Y en 1 Corintios 12:13
13 Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo,
sean judíos o griegos, sean esclavos o libres;
y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
El evangelio de la Gracia de Dios no hace
vana la cruz de Cristo, es decir,
no le quita el valor que tiene.
Dios nos llamó a vivir por fe, no por vista.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.