Los primeros días del año trae consigo una sensación de esperanza, de nuevos comienzos, de un futuro lleno de posibilidades, vamos a:
Isaías 43:18-19
No recordéis las cosas pasadas, ni traigáis a la memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad.
El versículo inicia diciendo que no debemos caer en el error de estar cargados con el peso del pasado, por ejemplo:
fracasos, dolores, errores, y pérdidas.
Pedimos ver claramente que no debemos recordar las cosas pasadas, ni traer a la memoria lo antiguo, es decir no quedarnos atrapados en él pasado.
Dios nos ofrece una nueva oportunidad cada día.
Este nuevo año es una invitación a dejar atrás lo que ya no podemos cambiar, para que avancemos con fe en su palabra, porque Dios no miente y esta se cumple.
El versículo nos dice que Dios abrirá un camino en el desierto y enviará ríos en la soledad.
Esto habla de restauración, provisión, y dirección divina, en lugares donde antes había sequedad o dificultad.
Debemos animarnos unos a otros, porque Dios nos abrirá caminos, donde solo veíamos desierto.
Señor, te damos gracias por este nuevo año que nos permites comenzar.
Te pedimos que nos ayudes a dejar atrás el pasado y Abre nuestros ojos para vivir por fe .
Para ver cumplida en nuestras vidas la promesa de
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.