Salmos 106: 7-13
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder. Reprendió al Mar Rojo y lo secó, Y les hizo ir por el abismo como por un desierto. Los salvó de mano del enemigo, Y los rescató de mano del adversario.
Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza.
Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.
La escritura está para nuestra enseñanza.
La historia de la salida del pueblo de Israel hacia la tierra prometida tiene varias enseñanzas
para tener en cuenta hoy en nuestra vida
y no caer en el mismo error.
El pueblo de Israel vio como Dios los sacó con su mano poderosa de Egipto, cumpliendo con su promesa que había dado a Abraham .
Vieron el poder de Dios al abrir el mar para pasar en seco y librarlos de los egipcios que iban tras ellos.
El versículo 12 dice
Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza
Después de ver todo ese poder y fidelidad de Dios, uno pensaría que el pueblo avanzó en
obediencia y seguro en la palabra de Dios
durante el desierto, pero no fue así.
La historia cuenta que el pueblo fue
terco, duro e incrédulo.
Hoy nos puede pasar lo mismo que vivió el pueblo de Israel ,es decir olvidar la palabra de Dios.
Vemos el poder de Dios en nuestras vidas, su amor y misericordia cada día, pero aparece la apatía, incredulidad y autosuficiencia y nos sucede lo que
dice el siguiente versículo:
Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.
Consejo se refiere a la palabra de Dios.
Oramos para no caer en este error de olvidar y desechar la palabra de Dios, al contrario cada día estar más firmes en la palabra sabiendo que es el único camino para una vida sobrenatural en esta tierra, vamos a Santiago 1:25
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Debemos perseverar en la palabra, y seremos bienaventurados en lo que hacemos.
El milagro sucede, Dios no miente y su palabra se cumple.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho