Pablo en el siguiente versículo
nos dice como compartía las buenas nuevas,
el testimonio de Dios.
Vamos a 1 Corintios 2:2
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros
para anunciaros el testimonio de Dios,
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado.
Pablo enfatiza que para compartir el evangelio
no es necesaria la sabiduría humana
o usar un vocabulario especial con el
objetivo de llamar la atención,
solamente debemos contar lo que
le sucedió a Jesús al morir y
resucitar de manera sencilla.
Por ejemplo, vamos a Colosense 2:14-15
anulando el acta de los decretos
que había contra nosotros,
que nos era contraria,
quitándola de en medio
y clavándola en la cruz,
y despojando a los principados
y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Estos dos versículos nos dicen que Él venció
y nos libró de los decretos contrarios que
había en la ley, por ejemplo,
las herencias de maldición.
Las buenas nuevas son por fe,
por esto al continuar en 1 corintios 2:5 dice
para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres,
sino en el poder de Dios.
Así que debemos pedir a Dios ser medios
para que su palabra corra, las buenas
nuevas que nos permiten vivir libres por su poder,
es Dios haciendo en nosotros.
Para finalizar vamos a la siguiente
promesa de Dios para tu vida.
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer
todas las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros.