El diezmo no es solo una práctica financiera, sino que reconocemos a Dios como nuestro proveedor.
Dios nos promete bendiciones, no solo espirituales, sino también materiales, cuando obedecemos por amor y conocimiento.
Dios nos promete que cuando somos fieles con nuestros diezmos, Él proveerá abundantemente para nuestras necesidades.
El diezmo es una forma de reconocer que todo lo que tenemos proviene de Él, esto lo dice en:
Malaquías 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Este versículo nos revela cuando somos fieles al diezmo, Dios promete abrir las ventanas del cielo y derramar bendición sobre nosotros, hasta que sobreabunde. Es una promesa de provisión abundante, no solo para nosotros, sino también para que podamos bendecir a otros. Al honrar a Dios con lo que tenemos, Él honra nuestra obediencia.
Dios no solo promete proveer, sino también multiplicar lo que damos. Lo que entregamos con fe y obediencia, Él lo usará para Su gloria y lo multiplicará en nuestras vidas, como dice en:
2 Corintios 9:6-8
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno de, como propuso en su corazón, no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”
Estos versículos usan un símil de la siembra y cosecha natural
Si sembramos generosamente, Dios multiplicará lo que damos. No solo nos da lo que necesitamos, sino que también nos hace abundantes para poder seguir bendiciendo a otros.
Dios nos provee para que tengamos suficiente, pero también para que podamos ser generosos para que su palabra corra.
El diezmo no es solo una cuestión económica, sino de obediencia y fe.
Dios ve nuestro corazón, y al ser fieles en lo poco (nuestros recursos), Él nos confiará más.
Ahora vamos a
Proverbios 3:9-10
Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.
Este versículo nos dice que honrar a Dios con nuestras finanzas trae bendición.
No solo se trata de lo que damos, sino de la actitud de corazón con la que lo damos.
A menudo, el mundo nos ofrece soluciones materiales, pero solo en Dios encontramos la verdadera paz y satisfacción. Al diezmar, no solo recibimos bendiciones materiales, sino que también experimentamos paz en nuestra vida financiera.
El diezmo es un acto de fe que nos ayuda a recordar que nuestra verdadera provisión viene de Dios, como dice en:
Filipenses 4:19
Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Este versículo nos revela que Dios es nuestra fuente de provisión.
la promesa de Dios es que Él proveerá todo lo que necesitamos, según sus riquezas en gloria. Dios no se queda corto en Su generosidad; Él es el proveedor por excelencia.
Dios es fiel a Sus promesas y no miente
Él proveerá para nosotros, y Su bendición será evidente en nuestra vida.
Para finalizar Debemos animarnos unos a otros, para ser hacedores de lo que dice en:
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.