Primero veamos el siguiente refrán “Dios nos dio
una boca y dos oídos para escuchar
lo doble de lo que hablamos”
Escuchar es un arte y en este inicio del milenio es una oportunidad de negocio, por ejemplo:
En Tokio, Japón, Takenobu Nishimoto escucha por unos 10 dólares la hora con gente que no conoce. Y es que a veces a los ciudadanos japoneses se les hace difícil hablar con amigos y familiares por la vida agitada de trabajo que tienen, por eso buscan a Takenobu para hablar libremente y sobre todo sin ser juzgados.
Por esta razón, seguramente, Nishimoto ya ha escuchado a más de 3 mil personas, incluyendo a un pescador solitario y a un hombre con una enfermedad terminal. El servicio es tan demandado que actualmente maneja a un grupo de 60 hombres que hacen lo mismo en Japón.
Ahora vamos a la biblia para conocer que dice sobre este tema, primero compartiremos el versículo 19 del capítulo 19 del libro de Santiago, 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Este versículo Nos exhorta a ser activos al escuchar, estar atentos.
La palabra dice el que está en Cristo nueva criatura es, es decir, que su manera de ser es trasformada por el poder de Dios.
Es necesario estar atentos para avanzar en esta meta : “prontos para oír”.
Vamos a compartir tres técnicas de la comunicación para ser buenos escuchando:
1.- Deja tiempo para que se explique
Cuando estés ante otras personas, tienes que aprender a respetar los turnos de palabra de cada uno.
No interrumpas el mensaje y espérate a que haya terminado de decir lo que quiere que escuches. Después, te tocará a ti.
2.-Sigue el ritmo de la conversación
Evita las distracciones que puedan hacer que, en un momento dado, desconectes de la conversación. Justo entonces, la otra persona puede esperar una respuesta tuya que nunca llegará. Cuando mantengas un diálogo implícate al 100% en lo que se está comentando.
3- No cortes a la otra persona
Hay un momento en el que la conversación llegará a su fin de forma natural. Nunca debes de ser tú quién que finalice de forma brusca el diálogo. Espérate a que la persona que tienes delante marque cuando acabar la conversación. De lo contrario, parecerá que no quieres continuar prestándole atención.
Lo anterior lo encontramos en el libro de los Proverbios capitulo 18 versículo 13
Al que responde palabra antes de oír,
Le es fatuidad y oprobio.
Debemos esperar, no debemos interrumpir, ser pacientes y pensar para responder sabiamente.
Fatuidad se define como Necedad, falta de inteligencia, Vanidad o presunción ridícula.
Oprobio es una ofensa, un agravio o una infamia.
Debemos cada día ejercitarnos con la ayuda de Dios en el arte de escuchar en todos los roles que desempeñamos.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho