Vamos a leer
1 Pedro 2:10 dice: vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Este versículo revela la obra de redención y la gracia que hemos recibido a través de Jesucristo.
Antes de que Jesús muriera y resucitara, el pueblo gentil, es decir todas las personas que no pertenecen al pueblo judío, estaban sin Dios y sin esperanza, como lo dice en:
Efesios 2:12 dice En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo
Los gentiles no eran parte del pueblo elegido de Dios.
Sin embargo, a través de la obra redentora de Jesús, los gentiles pertenecemos a la familia de Dios.
Pedro se refiere a esta transformación en términos de identidad comunitaria.
Ahora somos “pueblo de Dios,” una comunidad santificada y apartada para su propósito.
En 1 Pedro 2:9, justo antes de nuestro versículo clave, Pedro nos dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios.”
Esta nueva identidad nos llama a vivir de una manera que refleje nuestra pertenencia a Dios y nuestra misión en el mundo.
Dios en su gran amor, nos extendió su misericordia a través de Jesucristo.
En Efesios 2:4-5 dice, Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo.
Hemos alcanzado misericordia no por nuestros méritos, sino por la gracia de Dios.
Esta misericordia nos ofrece perdón, restauración y una nueva vida en Cristo.
Nos llama a vivir en gratitud y a extender la misma misericordia a los demás.
Aceptemos y celebremos que somos parte del pueblo de Dios. Nuestra identidad en Cristo nos da propósito y dirección.
Seamos luz en medio de la oscuridad, mostrando el amor de Dios.
1 Pedro 2:10 nos revela que todo cambio al Jesús resucitar, por ejemplo:
1.- De no ser pueblo, a ser pueblo de Dios,
2.- De no haber alcanzado misericordia, a haber alcanzado misericordia
Oramos para que el Señor nos fortalezca para vivir como su pueblo y extender su misericordia a nuestro entorno, como dice en:
Lucas 6:36
Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor