Mateo 6:34
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.
Vivimos en una sociedad que nos empuja constantemente a pensar en el mañana, en qué pasará, en cómo solucionaremos nuestros problemas y en si tendremos lo necesario para sobrevivir.
Esta preocupación constante es agotadora y entramos en afán, Pero Jesús nos muestra el camino:
No te afanes por el mañana.
La palabra “afán” se refiere a una preocupación excesiva o ansiedad sobre algo.
Es natural preocuparnos por ciertas cosas, como la salud, el trabajo o la familia.
Pero cuando esa preocupación se convierte en un afán, en algo que consume nuestras mentes y corazones, no disfrutamos de la paz que Dios quiere para nosotros.
Jesús en este mismo Capitulo, nos recuerda que Dios cuida de las aves del cielo y de los lirios del campo, que no se preocupan por lo que van a comer o vestir, y sin embargo, Dios los provee. Si Dios cuida de su creación de esa manera, ¿Cuánto más cuidará de nosotros, sus hijos?
Esto lo encontramos en:
Mateo 6:26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Jesús nos llama a confiar en el cuidado y la provisión de Dios. El afán no nos ayuda a resolver nuestros problemas, más bien añade una carga innecesaria.
Cuando estamos constantemente preocupados por el futuro, dejamos de vivir el presente. Nuestra atención se centra en lo que podría suceder mañana, y nos olvidamos de lo que Dios nos está llamando a hacer hoy.
Nos perdemos las bendiciones del presente porque estamos enfocados en posibles problemas que ni siquiera han ocurrido.
Jesús nos dice en
Mateo 6:27
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
. Esto significa que, por más que nos preocupemos, no podemos cambiar el futuro con nuestras ansiedades.
El afán no tiene el poder de mejorar nuestras vidas, sino al contrario la destruye.
En lugar de preocuparnos por el mañana, debemos centrarnos en lo que Dios quiere que hagamos hoy, esto lo encontramos en
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Jesús no nos está diciendo que no planifiquemos o que no tengamos responsabilidad en nuestras vidas.
Lo que Él nos muestra es que no debemos dejarnos consumir por el miedo o la ansiedad sobre el futuro.
El versículo finaliza diciendo:
Basta a cada día su propio mal
Esto significa que cada día trae sus propios desafíos, pero Dios también nos da las fuerzas necesarias para enfrentarlos. No tiene sentido cargar con los problemas de mañana hoy. En lugar de eso, debemos enfocarnos en el presente.
Bendecido No te afanes por el mañana, vive plenamente el presente.
Recuerda, el afán destruye tu vida, pero la confianza en Dios te dará paz y propósito en cada paso que des.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”