El diezmo es la décima parte de todos nuestros ingresos, el cual damos a la congregación con el propósito de que supla todas las necesidades, con el fin de que la palabra de
Dios corra y sea glorificada.
La acción de apartar el diezmo para darlo con amor a la congregación, reconocemos que nuestro proveedor es Dios y al hacerlo tenemos una promesa que se cumple porque Dios no miente,
esto lo encontramos en:
Proverbios 3:9-10
Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
La palabra dice en 1 Corintios 16:2
Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado
Este versículo nos exhorta a apartar, quiere decir que primero nos da Dios, para nosotros
poder apartar y dar con amor.
No debemos dar con tristeza, ni por necesidad
dice la palabra, todo lo contrario Dios dice
que ama al dado alegre.
Dios nos da las siguientes promesas al apartar
y dar con amor :
1.Derramara bendiciones hasta que sobreabunde
2.Nos guarda del devorador
3.Abunde fruto en vuestra cuenta.
Surge una pregunta al leer estas promesas:
¿Dios miente?
¿Su palabra se cumplirá?
En Malaquías 3:10, Dios nos dice que lo probemos a ver si su palabra se cumple.
Bendecido Prueba a Dios , encontraras que todo lo que dice se cumple porque Dios no miente, Dios es el Todopoderoso, es decir, sucederán los milagros económicos para suplir todas las necesidades.
Oramos para que Dios nos de sabiduría en la administración de todo lo que nos da .
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho