Vamos a ver que hacia el rey David cuando se angustiaba, en el Salmo 120:1
A Jehová clamé estando en angustia,
y él me oyó.
En Este versículo el rey David expresa lo
que él hacia al experimentar la angustia,
le clamaba es decir oraba y Dios le oía.
Ahora, pensemos en cada uno de nosotros:
1.¿Cómo enfrentamos nuestras angustias?
2. ¿Acudimos a Dios con la confianza
de que Él nos escucha?
En medio de la angustia, encontramos consuelo en la certeza de que no estamos solos.
Dios no solo oye nuestras oraciones, sino que responde a ellas.
Esta verdad nos insta a profundizar en nuestra relación personal con Dios, a confiar más plenamente en el amor y la gracia de nuestro Creador.
Cada uno por favor responder a esta pregunta:
1. ¿Cómo podemos cultivar una relación más cercana con Dios en medio de las diferentes actividades y compromisos del día?
Continuemos la palabra en Filipenses 4:6 nos exhorta a la misma acción que hacia el rey David, dice
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Este versículo nos dice que debemos hacer en medio de las preocupaciones y ansiedades.
La palabra nos exhorta a no permitir que la ansiedad gobierne nuestras vidas, sino a llevar todas nuestras preocupaciones delante de Dios en oración, con acción de gracias, como lo hacía el rey David.
En lugar de que la ansiedad nos abrume, somos llamados a presentar nuestras peticiones a Dios con un corazón agradecido.
La acción de gracias se convierte en un antídoto contra la preocupación excesiva, recordándonos las muchas bendiciones que hemos recibido y la fidelidad constante de Dios.
Evaluemos nuestra propia respuesta a las preocupaciones cotidianas.
¿Nos afanamos innecesariamente, o buscamos la paz a través de la oración y la gratitud?
Al presentar nuestras angustias y preocupaciones a Dios, reconocemos que es el Todopoderoso y que el milagro va a suceder.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor