La respuesta la encontramos en:
Juan 16:33
En el mundo tendréis aflicción, pero confiad; yo he vencido al mundo
Este versículo, nos ofrecen consuelo y esperanza en medio de las pruebas que enfrentamos en nuestra vida diaria.
Jesús nos advirtió que en este mundo no todo sería fácil, pero también nos dio una promesa : “Él ha vencido al mundo”.
El mundo en el que vivimos está lleno de desafíos.
Las Escrituras nos enseñan que las aflicciones son una parte inevitable de la vida humana. Desde el inicio de la historia bíblica, hemos visto cómo el pecado ha traído dolor y sufrimiento a la humanidad.
Las enfermedades, las guerras, las injusticias, las dificultades económicas y los desastres naturales, son solo algunas de las muchas formas en que experimentamos aflicción.
En nuestros días, estas realidades no han cambiado.
No estamos exentos de las dificultades en las diferentes áreas de la vida, por ejemplo:
problemas económicos, conflictos familiares, enfermedades, pérdidas, y una cantidad de situaciones que nos pueden llevar al desánimo.
En estos momentos, es fácil sentirnos abrumados y cuestionar por qué debemos pasar por tales tribulaciones.
Jesús, no nos oculta la verdad.
Nos dice claramente que en este mundo tendremos aflicción, pero no nos deja ahí.
Él nos llama a confiar, a fortalecer la fe, porque hay una verdad aún más grande que la aflicción: “su victoria”.
Cuando Jesús dice: “yo he vencido al mundo”, Esto sucedió Por medio de su muerte y resurrección.
Jesús ha derrotado el poder del pecado, de la muerte, destruyo al diablo y triunfo sobre principados y potestades.
Esta victoria, es una realidad continua que tiene un impacto directo cada día en nuestras vidas.
La victoria de Cristo significa que, aunque enfrentemos aflicciones, estas no tienen la última palabra.
Mañana Dios mediante continuamos con este tema
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor