Romanos 3:29-30
“¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
Desde los inicios del pueblo de Israel, Dios se reveló como el único y verdadero Dios. Israel fue escogido como nación santa, apartada para manifestar la gloria divina.
Sin embargo, el propósito de Dios nunca fue limitarse a una sola nación, sino bendecir a todas las familias de la tierra, en la promesa que le hizo a Abraham, está la encontramos en Génesis 12:3.
En Romanos 3, Pablo trata una pregunta clave que desafía las ideas exclusivistas de los judíos del primer siglo:
¿Es Dios solamente Dios de los judíos?
La respuesta es rotunda: ¡No! Él también es Dios de los gentiles.
Pablo habla sobre el privilegio que tuvo el pueblo Israel en
En Romanos 9:3-5
por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
4 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;
5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén
La elección de Israel fue un medio para un fin más grande: revelar a Cristo, el Salvador de todos.
Cuando Pablo pregunta
“¿Es Dios solamente Dios de los judíos?”,
está señalando lo absurdo de encerrar a Dios dentro de una cultura particular.
Dios es soberano universal, como dice en:
- Hechos 17:26: Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra…
Durante siglos, los judíos veían a los gentiles como impuros, (gentiles son las personas del resto de naciones), Pero Cristo rompió esa división con Su sangre, vamos a:
Efesios 2:14
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.
Regresando a como veían los judíos al resto de personas de las otras naciones, encontramos la historia en Hechos 10 de Pedro y Cornelio
Dios le revelo a Pedro que con la resurrección de Jesús había cambiado la relación de Dios con el hombre y Pedro le dice a Cornelio y los que con él estaban:
Hechos 10:27- 29
27 Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido.
28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;
29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar.
Regresemos al versículo de Romanos 3:30
“Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.”
La circuncisión era señal del pacto con los judíos,que pertenecían al pueblo de Dios y La incircuncisión representaba a los gentiles, excluidos del pacto, no eran pueblo de Dios.
Pero ahora, ambos son justificados por el mismo medio: la fe. No es la ley, ni los rituales, ni la nacionalidad, sino la fe en Jesucristo.
Dios no ha establecido dos caminos de salvación, uno para judíos y otro para gentiles. Hay un solo camino, es por fe
Dios es uno. Y Él es Dios de todos.
Su plan de redención no se limita a una nación, sino que incluye a todos los escogidos desde antes de la fundación del mundo, sin importar la nación.
Tanto el judío como el gentil son justificados por la fe.
Oramos para estar firmes en la fe.
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.