Vamos a conocer que dice este versículo:
Hombre necesitado será el que ama el deleite, y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá
Este versículo nos advierte sobre los peligros de amar los placeres y los deseos superficiales.
El proverbio señala que quien ama el deleite se encontrará en necesidad.
Primero debemos aclarar los deleites en sí mismos no son malos, pero el error es llegar a “amarlos” repetimos “amar los deleites”
Esto significa que la vida pasa a centrarse solo en la búsqueda de placeres inmediatos y satisfacciones superficiales que nos llevará a la escasez, no solo material, sino también en el alma
Si alguien vive con el objetivo principal de disfrutar de los deleites, terminara sintiéndose vacío y frustrado, porque estos placeres no son duraderos y nunca llenan el alma.
Amar el vino y los ungüentos, es decir, amar lo que da placer inmediato y superficial, nos lleva a descuidar lo que realmente importa: nuestra alma, el bienestar de nuestras relaciones y nuestro crecimiento en la gracia y nuestro Señor Jesucristo
Oramos para amar a Dios sobre todas las cosas, al hacerlo Él nos da abundantemente para que disfrutemos.
El proverbio nos dice que quien ama el deleite no se enriquecerá.
Dios no nos prohíbe disfrutar de las bendiciones de la vida, pero sí nos llama a no vivir para ellas, es decir no caer en el error de amarlas.
Los placeres no son malos en sí mismos, pero si los buscamos con la finalidad de llenar vacíos, o si los amamos más que a Dios, nos apartan de la verdadera paz y riqueza que Él desea para nosotros.
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.