Vivir por fe significa caminar en confianza y obediencia a la palabra de Dios.
Teniendo presente sus promesas, en lugar de en lo que podemos ver.
La palabra dice en;
2 Corintios 5:7
Porque por fe andamos, no por vista
Vivir por vista, significa confiar solo en lo que podemos ver, entender o controlar.
Es una forma de vida que depende de las circunstancias visibles, la lógica humana y la capacidad personal.
Sin embargo, la palabra dice que debemos vivir por fe, es decir, confiar en Dios, incluso cuando no podemos ver el resultado, la solución o el camino claramente.
Vivir por fe es vivir con una confianza inquebrantable en lo que Dios ha dicho, aunque nuestros ojos naturales no puedan percibirlo. Es un llamado a depender de las promesas de Dios, no de las circunstancias.
En nuestra vida diaria, todos enfrentamos decisiones grandes y pequeñas. Muchas veces, nuestra tendencia natural es basar nuestras elecciones en lo que parece lógico o seguro desde nuestra perspectiva.
Sin embargo, cuando vivimos por fe, aprendemos a consultar a Dios en nuestras decisiones, buscando su dirección en la palabra , como dice en:
En Proverbios 3:5-6
Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas
Este versículo nos dice que Dios tiene un plan para nosotros, y que su sabiduría es mucho mayor que la nuestra.
Al vivir por fe, confiamos en su guía, aunque no siempre veamos el cuadro completo.
Un aspecto clave de vivir por fe es cómo respondemos a la incertidumbre y a las dificultades.
En la vida hay situaciones que parecen imposibles de superar: problemas financieros, enfermedades, relaciones rotas, problemas emocionales etc.
Al vivir por vista, estos problemas pueden ser abrumadores, pero cuando caminamos por fe, avanzamos seguros y confiados, aun cuando no podemos ver la solución inmediata.
En nuestra vida diaria, hay momentos en que necesitamos aprender a esperar en Dios, confiando en que Él cumplirá sus promesas a su debido tiempo.
Dios nos llamó para vivir por fe y no por vista, de esta forma , entramos en una relación más profunda con Dios.
Nos volvemos más sensibles a su palabra y aprendemos a depender más de su guía.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”