Primero vamos a leerlo:
Estamos atribulados en todo, pero no angustiados;
en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos.
Pablo, en su segunda carta a los Corintios, nos proporciona una visión clara de cómo enfrentar estas dificultades con fe y esperanza en las promesas de Dios.
1.. Atribulados, pero no Angustiados:
Pablo reconoce que enfrentamos tribulaciones en todas partes.
Estas tribulaciones pueden ser problemas financieros, de salud, familiares o de cualquier otra índole.
Sin embargo, él nos recuerda que, aunque estemos atribulados, no debemos estar angustiados.
La angustia es una reacción emocional intensa que nos lleva a la desesperación y al miedo. Pero como creyentes, tenemos una fuente de consuelo y fortaleza en Dios.
En Juan 16:33, Jesús dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Nuestra paz no proviene de la ausencia de problemas, sino de la presencia de Jesucristo en nuestras vidas.
Cuando nos enfocamos en Cristo y en Sus promesas, encontramos la paz que supera toda tribulación.
- En Apuros, pero no Desesperados:
Estar en apuros significa estar en situaciones difíciles, sin saber qué hacer. Sin embargo, Pablo nos enseña que, incluso en esos momentos, no debemos desesperar.
La desesperación es la pérdida de toda esperanza, y como cristianos, siempre tenemos esperanza en las promesas de la palabra de Dios.
Romanos 5:3-5 nos dice: Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
A través de nuestras dificultades, Dios está obrando en nosotros, desarrollando nuestra paciencia.
Mañana Dios mediante continuamos con:
perseguidos, pero no desamparados; y derribados, pero no destruidos.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor