Para dar respuesta vamos a
Hebreos 2:18
18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Este versículo, dice que Jesús, al haber experimentado el sufrimiento y la tentación, tiene el poder y la capacidad de socorrer cuando somos tentados.
Al avanzar en el libro de hebreos dice en el 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Es decir que Cristo al tomar cuerpo en Jesús, no es ajeno a lo que nosotros experimentamos, sino que él también lo vivió, enfrentando las mismas tentaciones y pruebas que nosotros.
Esto le permite comprender perfectamente nuestras luchas y ofrecernos su ayuda.
Jesucristo no solo entiende nuestras dificultades, sino que tiene el poder de ayudarnos en medio de ellas.
No es solo un consuelo emocional, sino una ayuda real y eficaz. Él sabe lo que es ser tentado, pero venció, por eso podemos salir victoriosos de las tentaciones.
Al saber que Jesús ha pasado por lo mismo que nosotros y que tiene el poder de socorrernos, encontramos una fuente de esperanza en medio de las tentaciones.
Cuando enfrentamos tentaciones, no estamos solos. Jesucristo es nuestra fuente de fortaleza, su presencia está en nosotros y podemos acudir a Él, para recibir el socorro que necesitamos para resistir y salir victoriosos en nuestras pruebas, como la promesa que encontramos en:
1 Corintios 10:13
13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Bendecidos podemos decir confiadamente Dios es mi ayudador
Para finalizar Debemos animarnos unos a otros, para ser hacedores de lo que dice en:
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.