Las tendencias y modas son pasajeras, es decir son generacionales, pero la palabra de Dios permanece para siempre, no cambia, es la misma de generación en generación.
Veamos un ejemplo de una moda y tendencia que está dañando, destruyendo las relaciones en los hogares, esta es: la grosería y las palabras obscenas.
No porque la mayoría de las personas las utilicen, significa que es la forma correcta del trato en los hogares.
Vamos a ver que dice la palabra de Dios que es verdad de generación en generación, en
Efesios 4:29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Hablar con groserías, insultos o palabras obscenas no refleja el carácter de Cristo en nosotros, es decir que solo debemos usar palabras que edifiquen a nuestra familia.
Debemos orar para que Dios nos ayude a modelar el vocabulario en las diferentes situaciones que suceden en un hogar, por ejemplo, En la adversidad o dificultad usemos palabras de esperanza o en ocasiones es mejor callar.
Cuando usamos lenguaje vulgar o grosero, no solo dañamos a los demás, sino que revelamos lo que hay en nuestro corazón, como lo dijo Jesús en:
Mateo 15:11
No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Vamos a compartir otro versículo sobre este tema ,lo encontramos en:
Colosenses 3:8
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
La lengua en Santiago 3 , es comparada con una chispa que puede incendiar un bosque entero. Así también, una palabra mal dicha, las groserías o palabras obscenas puede destruir relaciones, causar escándalos y destruir hogares.
Oramos a Dios para que alumbre y revele su palabra como fundamento en los hogares ,de esta forma se hablara para edificar y construir ,hasta en los momentos más difíciles..
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.