SER ALTIVOS

Primero Vamos a la siguiente Fabula
para abordar el tema.

Un ratón se apoderó un día de la brida de un
camello y le ordenó que se pusiera en marcha.

El camello era de naturaleza dócil
y se puso en marcha.

El ratón, entonces, se llenó orgullo
Llegaron de pronto ante un arroyo y el ratón se detuvo.
– ¡Oh, amigo mío! ¿Por qué te detienes?-
¡Camina, tú que eres mi guía!

El ratón dijo: – Este arroyo me parece
profundo y temo ahogarme.

El camello: – ¡Voy a probar!

Y avanzó por el agua.- El agua no es profunda.- Apenas me llega a las corvas.

El ratón le dijo: – Lo que a ti te parece una hormiga es un dragón para mí.-

Si el agua te llega a las corvas, debe cubrir mi cabeza en varios cientos de metros.

Entonces el camello le dijo: – En ese caso, deja de ser orgulloso y de creerte un guía.- ¡Ejercita tu orgullo con los demás ratones, pero no conmigo!

– ¡Me arrepiento! dijo el ratón- ¡en nombre de Dios, ayúdame tú a atravesar este arroyo!

Altivo se define como una persona que se cree superior a los que le rodean por su posición social o económica o por alguna cualidad especial y que lo demuestra con un trato distante o despreciativo hacia los demás.

La palabra de Dios nos dice que este
comportamiento no debe estar presente en las relaciones  interpersonales, lo encontramos en
Romanos 12:16
Unánimes entre vosotros; no altivos

La altivez también puede llegar a afectar la relación personal con Dios, al caer en el error de pensar que ya no se necesita y se deja como lo dice en Salmos 10:4
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios, No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

La altivez lleva a la destrucción.

Oramos para cada día reconocer que somos  necesitados de la relación personal con Dios,
como dice en
 Juan 15:4-5
Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Daniel fue un hombre que trabajo en los cargos más altos de poder y autoridad en los dos primeros imperios que existieron, es decir,
el babilónico y el medo persa.

Pero Daniel por esto no fue un hombre Altivo,
todo lo contrario era humilde.

¿Cómo se manifiesta la humildad en Daniel?

De la siguiente manera Tres veces al día apartaba tiempo ,para su relación personal con Dios.

Dios no  dejo avergonzar a Daniel.

Familia de la fe Dios no ha cambiado, es el mismo y no nos va dejar avergonzar, los milagros  suceden.

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho



Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *