Cuando un boxeador es golpeado ferozmente en el ring, y su salud se ve comprometida, el entrenador tiene la opción de “tirar la toalla”, el árbitro de manera inmediata detiene la pelea y da como ganador al contrincante.
A veces pensamos que ya no podemos más y pensamos el tirar la toalla, básicamente, darnos por vencidos.
Pero debemos recordar que a diferencia del boxeador, nosotros si tenemos quien nos auxilie en esos momentos, vamos a:
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
El versículo dice pronto auxilio en las tribulaciones, por lo que debemos tener ánimo, no debemos tirar la toalla, ni darnos por vencidos.
Por muy difícil que se pueda ver el momento, recuerda que Dios hace el milagro para no dejarnos avergonzar.
El boxeador no tiene tiempo de recobrar fuerzas, al contrario a medida que pasa los asaltos su fuerza disminuye, por esta razón el entrenador tira la toalla, pero nosotros tenemos las promesas de Dios ante las tribulaciones ,vamos a:
Salmos 92:10
Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Isaías 40:29
29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Dios es Fiel, no nos deja avergonzar y nos ayuda avanzar siempre, vamos a ver los milagros y el poder de Dios en nuestra vida, Dios nos pone por cabeza, por su poder somos más que vencedores.
Para finalizar recordemos lo que dice en:
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.