Primero Vamos a la siguiente historia
El único sobreviviente de un naufragio llegó a una pequeña isla deshabitada. Oraba fervientemente y le pedía a Dios que lo rescatara. Todos los días miraba al horizonte esperando la ayuda solicitada,
pero ésta nunca llegaba.
Cansado de no tener respuesta comenzó a construir una pequeña cabaña para protegerse y guardar sus pocas posesiones. Un día, después de andar buscando comida, regresó y encontró su pequeña choza envuelta en llamas, una columna
de humo subía hacia el cielo.
Por fin logró apagar el incendio y aunque lo peor había pasado, todas sus cosas se habían perdido. Estaba confundido y su ira se desató contra Dios:
– ¿Cómo pudiste hacerme esto?
gritaba, llorando de impotencia.
Abrumado y desconsolado, se quedó dormido sobre la arena. De pronto el sonido de la sirena de un barco que se acercaba a la isla lo despertó. Venían a rescatarlo. Cuando por fin llegó a la cubierta del barco, preguntó:
-¿Cómo sabían que estaba aquí? Sus salvadores algo extrañados le contestaron:
– Porque vimos las señales de humo que nos hiciste…
“En medio de las penas y del sufrimiento, recuerda que si tu pequeña choza se quema…. puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios”
En la biblia encontramos una historia de un hombre llamado José, quien se enfrentó a diferentes situaciones que podrían a simple vista parecer que estaban arruinando su vida.
Por ejemplo, siendo joven sus hermanos lo trataban mal y no lo querían al punto de pensar en matarlo. Al final decidieron no matarlo pero si lo vendieron y luego él va a la cárcel por algo que no cometió.
Pero José llego a ser el segundo hombre con poder de Egipto y les dice a sus hermanos
20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. (Génesis 50:20)
El versículo dice “Dios lo encamino a bien”, así que la adversidad ,dificultad que puede estar presente hoy, por fe sabemos que tiene un propósito, como dice la promesa de Dios en Romanos 8:28
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados.
Hay Esperanza, oramos para levantarnos cada día con el gozo de Dios para avanzar por fe, puesta nuestra mirada en las promesas de Dios porque él no miente
y su palabra se cumple.
Familia el milagro sucede.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros