Todos tomamos decisiones cada día: algunas pequeñas, otras que cambian el curso de nuestras vidas.
En el proceso de la toma de decisiones, estas se pueden ver afectadas por los deseos engañosos, vamos a:
Jeremías 17:9-10
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
El versículo inicia diciendo:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas…”
En ocasiones escuchamos: “Sigue tu corazón”, Pero la Biblia dice: ¡Cuidado! No es una buena brújula
El corazón, sin la guía de la palabra de Dios, se ve afectado por el egoísmo, el orgullo, el temor, la envidia, los celos, la amargura, es decir los deseos engañosos, que nos llevan a tomar decisiones equivocadas, pero solo nos damos cuenta cuando nos vemos afectados por las consecuencias.
Regresando al versículo de Jeremías dice que Dios es quien escudriña y conoce nuestro corazón, por esta razón debemos hace lo que dice en:
Proverbios 3:5-6
5 fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
Las decisiones sabias vienen de un corazón rendido a Dios.
Dios no solo quiere que tomes decisiones correctas, quiere que tomes decisiones con motivos correctos y un corazón limpio.
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.