En medio de las diferentes situaciones o la incertidumbre, debemos avanzar con la mirada puesta en las promesas de Dios, por ejemplo, la que encontramos en:
Proverbios 22:4
4 Riquezas, honra y vida
Son la remuneración de la humildad y del temor del Señor.
El versículo identifica:
1.-la Humildad
2.-El temor del Señor
La humildad significa que reconocemos nuestra dependencia y necesidad de su palabra.
En un mundo que a menudo valora la autoexaltación y la arrogancia, la humildad evita caer en las trampas del egoísmo y la vanidad.
Y El temor del Señor no es un miedo paralizante, sino un profundo amor, respeto y obediencia a Dios.
Este temor nos guarda de la arrogancia y la rebelión, guiándonos hacia una vida de rectitud y sabiduría.
Cuando vivimos con temor del Señor, pedimos que nos ayude a tomar las decisiones conforme a su palabra.
La promesa que se nos ofrece en Proverbios 22:4 es
Las riquezas a las que se hace referencia no son solo materiales, sino también espirituales, por ejemplo:
la paz que sobrepasa todo entendimiento, el gozo de Dios que llena nuestras almas.
El honor que recibimos no proviene de la aprobación de los hombres, sino que Dios nos coloca por cabeza y no nos deja avergonzar, sosteniéndonos en medio de las situaciones para su gloria.
Dios no miente y sus promesas se cumplen, así que al ser humildes y ser temeroso del Señor disfrutaremos de riqueza, honra y vida.
Una vida que Solo Jesucristo el Señor puede dar.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”