LA PROTECCIÓN CONSTANTE DE DIOS

Bendecidos vamos a compartir sobre el Salmo 121, específicamente en los versículos 7 y 8,
donde el salmista dice:

El Señor te protegerá de todo mal;
Él guardará tu alma.

 El Señor guardara tu salida,
ahora y para siempre   
 

Pedios poder ver la constante protección de Dios sobre nuestras vidas.

A lo largo de la historia bíblica y en nuestras vidas personales, hemos sido testigos de la fidelidad de Dios para cuidar y proteger a su pueblo.

Vamos a dos puntos claves de estos versículos:

1. Protección contra el mal:

 El versículo 7 nos asegura que el Señor nos
protegerá de todo mal.

En un mundo lleno de peligros y desafíos, esta promesa nos da esperanza en medio de la oscuridad.

 No importa cuán amenazante sea la situación, Dios está con nosotros, con su amor y poder protector.

 Esta protección no significa que no enfrentaremos dificultades, sino que incluso en medio de las pruebas, Dios está obrando para nuestro bien y nos sostiene con su mano amorosa y poderosa.

2. Cuidado en cada paso

 El versículo 8 nos recuerda que e l Señor cuidará todos nuestros pasos, ahora y para siempre.

Esto significa que nunca estamos solos en nuestro caminar diario.

Ya sea en los momentos de alegría o en los tiempos de adversidad, Dios está con nosotros, nunca nos abandona.

Él conoce el camino que debemos tomar y nos lleva hacia adelante con amor y sabiduría divina. Oramos para confiar en su dirección, que nos conducirá a la plenitud de vida que solo él puede dar.

Entonces,
¿Cómo podemos responder a esta verdad transformadora en nuestras vidas?

En primer lugar, debemos cultivar nuestra relación íntima con Dios por medio de la oración, la lectura de su Palabra, asistir a un estudio bíblico y congregarnos.

Al profundizar en nuestra relación con él, experimentaremos su protección
y cuidado que es por fe.

En segundo lugar, oramos para confiar en el Señor en todas las circunstancias. Incluso cuando enfrentemos desafíos aparentemente insuperables, recordemos que él es más grande que cualquier problema que podamos enfrentar.

En tercer lugar, vivamos con gratitud y valentía. Reconozcamos las muchas maneras en que Dios nos ha protegido y cuidado en el pasado, y enfrentemos el futuro con confianza en su poder soberano.

Debemos orar unos por otros para que nuestra confianza este solo en el Señor, quien nos protege del mal y cuida cada paso de nuestro camino, esto es por fe, para disfrutar de la plenitud de vida que solo él puede ofrecer.

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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13: 13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

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