LISTOS PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA ESPERANZA

Vamos a

1 Pedro 3:15

15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

En este versículo hace énfasis en La Importancia de la Preparación, para dar razón de nuestra esperanza.

 Esto implica una preparación activa y constante en nuestra vida diaria.

 ¿Cómo podemos estar preparados?

Primero, cultivando una relación personal con Cristo a través de la oración, la lectura de la Palabra

Segundo, creciendo en conocimiento del señor Jesucristo y la Gracia por medio de los estudios bíblicos y al congregarnos.

Y tercero, pedir a Dios ser hacedores de la palabra, siendo testimonio de la obra transformadora de Cristo en nuestras vidas

¿Cuál es el fundamento de nuestra esperanza como cristianos?

Es la obra redentora de Cristo en la cruz y su resurrección de entre los muertos.

Nuestra esperanza no se basa en circunstancias cambiantes o en promesas vacías, sino en el poder de Cristo.

 Él es nuestra roca firme, nuestra salvación segura. Como testigos de esta esperanza viva, estamos llamados a compartir el mensaje transformador del evangelio con un mundo que desesperadamente lo necesita.

Pedro nos dice que debemos estar preparados para dar razón de nuestra esperanza “a todo el que nos pida razón de ella”.

 Esto implica estar atentos a las oportunidades que Dios nos brinda para compartir la palabra de Dios con otros.

Nuestro testimonio no solo se expresa en palabras, sino también en nuestra manera de actuar. Prédica y si es necesario habla.

Tenemos una esperanza viva que trasciende las dificultades y desafíos de este mundo. Que cada uno de nosotros pueda estar siempre preparado para dar razón de nuestra esperanza a aquellos que nos rodean, compartiendo la gracia de Dios con valentía, amor y paciencia. 

Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”

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