En Daniel 2:1-11 encontramos la historia del rey Nabucodonosor de Babilonia, el cual tuvo un sueño que lo perturba profundamente y lo dejó ansioso y preocupado, pero no podía recordar lo.
Convocó a sus sabios, astrólogos y magos para que le revelaran el contenido del sueño y su interpretación.
Sin embargo, exigió que primero le contaran el sueño mismo, para asegurarse de que la interpretación fuera genuina.
Los sabios no pudieron cumplir con esta demanda extraordinaria, lo que llevó a la ira del rey y a la orden de ejecutar a todos los sabios, incluyendo a Daniel y sus amigos, quienes eran jóvenes judíos cautivos en Babilonia.
Al continuar en los versículos del 12 al 22 dice que Daniel y sus tres amigos oraron a Dios por misericordia para que les fuera revelado el sueño y en una visión Daniel recibió el mismo sueño y su interpretación.
Cuando se presentó ante el rey, le reveló tanto el sueño como su significado.
Veamos cual fue el sueño, en:
Daniel 2:31-35
31 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. 32 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34 estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35 entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
Mañana Dios mediante continuaremos con este tema para conocer su interpretación.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”