Vivir por fe y ser positivo son conceptos que pueden parecer similares a primera vista, ya que ambos implican una actitud de confianza y esperanza frente a las circunstancias de la vida.
Sin embargo, hay diferencias entre ambos conceptos,
A continuación, veremos esas diferencias:
Vivir por fe, significa confiar en Dios y en Sus promesas, independientemente de las circunstancias.
No se trata simplemente de tener una actitud positiva, sino de una dependencia total en la voluntad y el poder de Dios, sabiendo que Él tiene el control de todo.
En hebreos 11:1 dice:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Este versículo muestra que vivir por fe implica creer en lo que Dios ha prometido, aunque no podamos verlo.
La fe es una confianza inquebrantable en Dios, basada en su carácter y su Palabra.
Ahora continuemos en:
Romanos 1:17
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Aquí, Pablo habla de que el justo vive por fe, no solo en el sentido de creer en Dios, sino de confiar en Él para la salvación y en la vida diaria.
Veamos Ser positivo
es una actitud que se basa en una perspectiva optimista frente a la vida.
Está basado en la voluntad humana o en las propias capacidades.
No involucra la confianza en Dios, sino más bien en la confianza en uno mismo o en el destino.
El evangelio no se enfoca en ser positivo, sino en depender de Dios.
Aunque estamos llamados a tener esperanza y gozo, esto proviene de la relación personal con Dios y no simplemente de pensar positivamente.
Vamos al
Proverbios 3:5-6
Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Este versículo nos revela que la confianza debe estar en Dios y no en la capacidad de ser positivo o resolver los problemas por uno mismo.
La palabra nos llama a depender completamente de Dios.
Pablo exclamo en:
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Este versículo suele malinterpretarse como una llamada a pensar positivamente.
Sin embargo, lo que Pablo está diciendo es que puede enfrentar cualquier situación, porque su fortaleza viene de Cristo, no de su propia actitud.
Vivir por fe es confiar en Dios y en Sus promesas, aceptando que Él tiene el control absoluto, incluso en las dificultades.
Ser positivo no involucra a Dios, sino que depende de la capacidad de uno mismo o las circunstancias.
la fe es solo para la palabra de Dios, mientras que el pensamiento positivo está centrado en la voluntad personal o en mantener una actitud optimista.
Dios nos llamó a vivir por fe, por esto dice en
2 corintios 5:7 porque por fe andamos.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”