Proverbios 11:8
El justo es librado de la tribulación; mas el impío entra en lugar suyo
Este versículo pone de relieve el contraste entre el justo y el impío.
Los justos, son todos los espíritus escogidos por Dios, desde antes de la fundación del mundo.
El justo puede pasar por dificultades, pero al final es librado por el Señor.
No significa que el justo esté exento de la adversidad, pero Dios promete su protección y no nos dejara avergonzar.
Una historia que ilustra este versículo, la encontramos en el libro de Ester.
La historia de Amán y Mardoqueo
Amán era un alto oficial en el gobierno del rey Asuero, que tenía gran poder.
Amán exigía que todos los súbditos se inclinaran ante él como muestra de respeto. Pero Mardoqueo, se negó a hacerlo, porque solo adoraba a Dios.
La negativa de Mardoqueo provocó el enojo de Amán, quien decidió exterminar a todo el pueblo judío.
Amán construye una horca para matar a Mardoqueo, Pero Dios cuida y protege a Mardoqueo.
Al final quien termina en la horca es Aman, es decir sin saberlo preparo su propia muerte y Mardoqueo recibe una posición de poder en el reino.
Dios cuida de sus escogidos y tiene el control de todas las situaciones.
Esta verdad debe darnos esperanza en tiempos de adversidad, sabiendo que Dios está en nosotros y no nos dejara avergonzar.
Las adversidades se presentarán en la vida, pero tenemos la promesa del cuidado y protección de Dios.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13: 13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”