La Mujer Sabia

La sabiduría que nos habla en la biblia, no es la sabiduría humana ni la que viene de la experiencia de los años, sino la sabiduría que proviene de Dios.

En Santiago 1:5, nos anima a pedir sabiduría a Dios, quien generosamente la da a todos sin reproche.

La mujer sabia sabe que solo en Dios encuentra la verdadera sabiduría.

 Esto se refleja en su vida de oración, en su estudio de la Palabra y dependencia diaria a Dios, para tomar decisiones sabias

Ser una mujer sabia no significa tener un conocimiento teórico de la palabra, sino ser capaz de aplicarlo en la vida diaria.

La mujer sabia es práctica.

 En Proverbios 14:1, dice:

La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derrumba.

Esta sabiduría se muestra en la habilidad para tomar decisiones que edifiquen y fortalezcan a su familia,

La sabiduría de la mujer se refleja en cómo maneja las relaciones, cómo gestiona el tiempo, cómo educa a sus hijos, cómo honra a su esposo, cómo trabaja en su empleo o negocios  y cómo se comporta con los demás.

Una mujer sabia sabe cuándo hablar y cuándo callar, cuándo actuar y cuándo esperar.

Es prudente y paciente en medio de las diferentes circunstancias.

Uno de los aspectos más destacados de la mujer sabia es su manera de hablar.

En Proverbios 31:26, se dice que “Abre su boca con sabiduría,

 La mujer sabia elige sus palabras con cuidado, buscando siempre edificar, alentar y fortalecer a los demás.

Una mujer sabia sabe cómo manejar los conflictos con palabras amables, pero firmes cuando es necesario.

La mujer sabia tiene una influencia especial en su hogar.

Su sabiduría no solo se manifiesta en las decisiones que toma, sino en su dedicación a la familia, su habilidad para fomentar un hogar de paz y armonía.

Ella no toma decisiones impulsivas, ni basadas en sus emociones, sino que busca la voluntad de Dios.

La sabiduría también incluye la capacidad de enfrentar las diferentes circunstancias con fe y esperanza.

 La mujer sabia no se deja llevar por el temor, sino que confía en las promesas de Dios, sabe que Él está en ella y la fortalece en medio de cualquier adversidad.

Para finalizar, la mujer sabia anima a su familia a ser hacedores de lo que dice en

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

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