SIEMBRA Y COSECHA
Primero Vamos a leer la siguiente historia
Ese año las lluvias habían sido particularmente intensas en toda la región. Una gran corriente del río se llevó la choza de un campesino, pero cuando cesaron, habían dejado en la tierra una valiosa joya.
El buen hombre vendió la alhaja y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo.
La riada había arrasado también otro poblado y un campesino, para salvar la vida, tuvo que encaramarse a un tronco de árbol que flotaba sobre las turbulentas aguas.
Otro hombre, despavorido, le pidió socorro, pero el campesino se lo negó, diciéndose a sí mismo: “Si se sube éste al tronco, a lo mejor se vuelca y me ahogo”.
Los años pasaron y estalló la guerra en ese reino.
Ambos campesinos fueron alistados.
El campesino bondadoso fue herido de gravedad y conducido al hospital.
El médico que le atendió con gran cariño y eficacia era aquel muchachito huérfano al que él había ayudado.
Lo reconoció y puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido.
Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos de por vida.
El campesino egoísta tuvo por capitán de la tropa al hombre a quien no había auxiliado. Le envió a primera línea de combate y días después halló la muerte en las trincheras.
La historia te muestra que todos los días siembras y todos los días cosechas.
No sabremos si será en un día, una semana o un año, pero siempre hay una cosecha de lo sembrado.
Cada día estas sembrando en las diferentes áreas de tu vida ,por ejemplo; en tu vida familiar, en tu trabajo, etc.
Vamos a la palabra:
Gálatas 6:7-8
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechara.
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Oramos para que cada día nuestra siembra sea conforme a la palabra.
Si estamos sembrando, rencor, envidia, cizaña;
¿Cuál será la cosecha?
Si en el día a día aparece la pereza, la negligencia, apatía.¿cual será la cosecha?
Por esto debemos preguntarnos,
¿Que estamos sembrando en cada área de tu vida?
La palabra también nos habla de la siembra y cosecha en la economía, es por fe.
Vamos a:
2 Corintios 9;6
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
En Gálatas 6:9 hace énfasis que debemos sembrar conforme a la palabra, así no veamos la cosecha.
Dios no miente, su palabra se cumple, vamos a:
Gálatas 6:9
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Y al continuar la lectura dice:
10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
La palabra también te anima a siempre orar, no desmayar, no abandona. El pueblo de gracia es un pueblo de oración.
Dios no miente, pronto responderá y la respuesta por fe es:
Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Para finalizar Recordemos:
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará