Antes de ir a la biblia, veamos la siguiente historia:
Los padres y tres hijos de una familia misionera fueron asesinados en china durante los llamados “tumultos vegetarianos”; sin embargo, cuatro de los niños lograron escapar con vida.
Años después, decidieron que se irían todos y se prepararían de la mejor manera para dar su vida en servicio a china, un país que había sido injusto con el resto de su familia.
Por otro lado, las hijas de una mujer viuda que vivía en Australia fueron asesinadas en la misma ocasión que las personas antes mencionadas.
Cuando la noticia llego a la madre, decidió darse a sí misma en servicio del país, por lo que a sus setenta y dos años de edad vendió todo lo que tenía y fue al lugar donde sus hijas habían muerto; aprendió la lengua del país, estableció una escuela y dio veinte años de servicio.
Estos cinco sobrevivientes de esa desgracia tan cruel e injusta, no se dejaron vencer por su dolor, lo utilizaron y devolvieron bien.
En lugar de dejarse arrastrar por las circunstancias crueles y tomar venganza, dieron lo mejor de cada uno al servicio de los demás.
Ahora vamos a la palabra en:
Romanos 12:17-21
17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
Cuando se presenta una injusticia o alguien genera cizaña, ¿cómo estamos respondiendo?
¿devolvemos bien o mal?.
En el versículo dice “a nadie”, por eso debemos orar para siempre devolver el bien por el poder de Dios.
Continuemos en el versículo:
19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Debemos descansar en la palabra, es Dios quien se encarga de las personas que nos quieren hacer el mal, nosotros no debemos cargarnos, ni caer en el engaño de querer vengarnos.
Recordemos que nuestro comportamiento debe ser conforme a la palabra, vamos al versículo:
20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Dios nos llamó a ser luz y Él se manifiesta en nuestro comportamiento, oramos para que logremos vivir desde el espíritu, manifestando amor, paciencia, bondad, etc.
Para finalizar Recordemos
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará.