Un extranjero se detuvo para observar cómo trabajaban algunos obreros. A tres de ellos les hizo la misma pregunta:
—¿Qué hace usted, señor?”
El primero le contestó: —Estoy cortando una piedra.
El segundo dijo: —Estoy trabajando para ganar mi sueldo semanal
El tercero, con entusiasmo contestó: —Estoy ayudando a edificar un colegio donde se educarán muchas generaciones.
Estos tres obreros recibieron igual sueldo, pero ¿cuál recibió la mejor recompensa?
Ahora vamos a la palabra:
Colosenses 3:23-24
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Hoy estamos compartiendo sobre el trabajo y desarrollar los talentos, el versículo dice que todo lo que hagas debe de ser para Dios, por lo tanto, debemos dar toda nuestra capacidad.
Cuando hacemos el trabajo con amor, y somo consientes que lo estamos habiendo para Dios, nos enfocamos en el grano de arena que aportamos a la sociedad, para que se desarrolle y funcione de manera adecuada.
Todos los trabajos son necesarios y debemos desempeñarlos con gozo y satisfacción, vamos a:
Eclesiastés 5:18
y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.
Oramos para gozarnos en el trabajo porque es don de Dios, ser agradecidos y cada día desarrollar más nuestros talentos.
Somos el pueblo de Dios vivimos por fe, el milagro sucede.
Para finalizar Recordemos:
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará.